En el sector industrial, los polímeros biodegradables están revolucionando múltiples aplicaciones, especialmente en la industria del embalaje, donde se utilizan para fabricar bolsas plásticas, envases, utensilios desechables y películas para agricultura. El PLA (ácido poliláctico), uno de los polímeros biodegradables más conocidos, destaca por su elevada transparencia y baja tasa de cristalización, convirtiéndolo en un candidato ideal para la producción de películas orientadas biaxialmente, envases termoformados y botellas moldeadas por inyección-soplado. Otros polímeros como los polihidroxialcanoatos (PHA), particularmente el PHB (polihidroxibutirato) producido en Brasil, se están utilizando como sustitutos del polipropileno en la fabricación de tapas, bolígrafos, juguetes y envases para alimentos y cosméticos.
El campo biomédico representa otra área de aplicación significativa para estos materiales, aprovechando su biocompatibilidad y capacidad de biodegradación controlada. El PLA, por ejemplo, se utiliza en la confección de implantes quirúrgicos, sistemas de administración de medicamentos y fibras para suturas médicas. Los polímeros sintéticos biodegradables son particularmente valorados en aplicaciones biomédicas debido a su excelente resistencia mecánica, bioabsorbibilidad, biocompatibilidad, biodegradabilidad, no toxicidad y flexibilidad. Esta versatilidad ha impulsado su producción comercial por numerosas compañías alrededor del mundo, que desarrollan constantemente nuevas formulaciones para satisfacer las demandas específicas de diferentes sectores industriales.