El PVC es ampliamente utilizado en el sector de la construcción debido a su resistencia, durabilidad y capacidad para soportar condiciones climáticas extremas. Se emplea en la fabricación de tuberías para agua potable y alcantarillado, marcos de ventanas, techos, revestimientos, pisos y otros elementos constructivos. En la industria automotriz, el PVC se utiliza para componentes interiores y exteriores como viseras solares, fundas de asientos, protección inferior de la carrocería, guardabarros, paneles y bolsillos internos de puertas, aprovechando su eficiencia en costos y propiedades de alto rendimiento, pues la producción de piezas con materiales alternativos puede incrementar los costos entre un 20% y 100%.
En el sector de la salud, el PVC es fundamental para la producción económica de artículos desechables como bolsas de sangre, recipientes para conjuntos de infusión, catéteres, cánulas, vasos sanguíneos para riñones artificiales, tubos endotraqueales y guantes quirúrgicos. La industria electrónica aprovecha sus propiedades de flexibilidad, retardo de llama y facilidad de instalación, utilizándolo principalmente como aislante en cables y revestimiento de cables de fibra óptica, destacando por su durabilidad superior ya que no se agrieta ni se endurece con el tiempo. Adicionalmente, el PVC tiene presencia en la industria del embalaje para blísteres y otros tipos de envases, así como en el sector deportivo para la construcción de instalaciones, pisos, techos y equipamiento deportivo.